De todas las bandas que vimos destaco unas pocas (no como el año pasado que destaqué muchísimas porque la mayoría me habían impactado). En esta ocasión me gustaron cuatro bandas en particular.
Una se llamaba Hanggai, que era una agrupación china, de la zona de las montañas cercanas a Mongolia, que hicieron música casi sen hasta un rock súper heavy pasando por un estilo de ska que hizo bailar y saltar a todo el mundo a pesar que nadie entendía nada de lo que decía. El cantante lo único que sabía decir en español era "gracias" y "salud" cuando levantaba la cerveza :) Estaban bien interesantes los instrumentos que usaban, supongo que tradicionales chinos, algunos similares a un violonchelo, o a un violín, pero con la caja algo cuadrada y con dos o tres cuerdas. En algún momento cambiaron eso por una guitarra eléctrica sin que me diera cuenta (porque estaba saltando :). Además, uno de los que hacía coros (por decir de alguna forma) lograba hacer unos sonidos guturales impresionantes. En este video podrán ver mucho de lo que acá cuento, a pesar que no se escucha muy bien. En este otro se ve lo de los sonidos guturales.
Después los cruzamos por ahí y pintó foto cholula :)
Luego, The Barons of Tang se trataba de una agrupación australiana, pero si no fuera por el look del guitarrista (surfer rubio de rastas... típico australiano) la verdad que lo último que se me ocurriría decir es que eran de Australia. Una chica usaba turbante, tocaban una música al estilo Kusturica o Bregović, muy arrítmica, con muchos instrumentos, y que invitaba a la locura, me encantó! Además, qué bien que estaban sus movimientos, acompañando cada uno el instrumento que usaba. Dejo un link a un video.
Y dejo para el final la que más me gustó: La Chiva Gantiva. Unos fenómenos. Son colombianos (cada vez me gusta más la música colombiana, ojo, la buena jeje), y le metieron muuucha onda arriba del escenario. Mezclan energía pura, con cumbia, ritmos tropicales, instrumentos de todo tipo, y siempre haciendo saltar y gritar a toda la gente.
Casualmente los encontramos paseando por la ciudad al día siguiente de su espectáculo, y la verdad que muy buena gente. REeecomendado!
Algo que destaco del recital, además de que sea en la mitad de una ciudad, cosa que le trae grandes beneficios a todos los supermercados, tiendas (almacenes), restaurantes, etc., es que estaba permitido tomar alcohol, incluso ingresando con lo que habías comprado en botellas. No como en la mayoría de los conciertos en que te venden adentro en una barra y te cuesta tan caro que hasta pasas sed. Era tanta la buena onda que no presencié ningún problema al respecto. Sería de igual modo en Uruguay? me gustaría creer que sí, porque se disfruta mucho de verdad, pero claro, es importante que la organización se haga cargo de cuidar la ciudad donde se realiza, y conservar el orden....
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